martes, 21 de junio de 2011

¡Pero está bien!¿no?







Llevaba al menos dos días inconsciente. En Shock, ver a tus padres en medio de una explosión no es una cosa agradable. Os lo aseguro, Tocaron la puerta, estaba demasiado sensible para decir nada.  El médico entro y acercó un taburete sentándose junto a mí.
-¿estás mejor?- aunque no dije nada, mi cara debió de responder por mí.- Ya veo… teníamos previsto darte el alta pasado mañana, pero creo que vamos a dejarlo para la semana que viene… Así os tendremos a los dos controlados.
-¿dos?- mi voz sonó frágil y llena de pánico.
- Siento… que te hayas enterado así… - noté que las lagrimas mojaban mi cara. El pobre hombre intento consolarme algo cogiéndome la mano.
- y… y Jess.- intente incorporarme. Quizá demasiado rápido.
- no, no no no, no te levantes, te puedes marear.- volvió a intentar recostarme cogiéndome por los hombros, pero no lo consiguió, y yo ni siquiera intente oponerme. Por lo que se quedo un poco sorprendido, igual que yo. Aunque le hice caso y me recosté.
- donde está- soné bastante amenazante.
- Estos días… ha estado estable, pero para él fue algo muy fuerte, más incluso que para ti.
- ¿También está en Shock?- Estaba claro que no.
Negó lentamente.
-ha… sufrido un infarto.
- Pero está bien ¿no?, ha dicho que estaba estable.
- Sí, está bien, está muy bien, lleva despierto desde ayer, pero tuvimos que sedarlo bien entrada la noche, por dos razones, la primera, quería verte y creemos que aun no está capacitado para realizar ejercicio físico y la segunda, aun le duelen las manos.
- ¿las manos?
- Intento separar los metales ardiendo con sus propias manos…
- y se ha quemado…- complete yo. Típico en Jessie. Él asintió.
- ¿y tú? ¿Cómo estás tú?- preguntó mientras examinaba el monitor  y comprobaba las vías que llevaba en el antebrazo y la muñeca.
- bien, muy bien a decir verdad.
- ¿podrás levantarte?- yo asentí y me incorporé  Luego me puse en pie.
- genial- apuntó algo en mi historia médica, que estaba en la mesilla al lado  de mi  cama.
- ¿puedo verle ya?-
- No sé si estará despierto.
- No pasa nada, lo esperaré.
- Vamos entonces- me tendió la mano, y me guió hasta el pasillo, luego fui yo sola hasta el cuarto. Cambiaba los canales de la televisión desganado. Dejó caer el mando al suelo al verme. Yo corrí hasta él y le abracé.
- Lo siento- sollozaba en mis brazos sintiéndose culpable. Me preguntaba…
-¿por qué? – yo le acaricie el pelo mientras le estrechaba entre mis brazos.
- si  yo… si no…Si no hubiera insistido en ir a casa de la abuela… no, mamá no hubiera cogido el coche, ¡No se hubiera muerto!
- Jesse… aquello no estuvo ni cerca de ser culpa tuya. Esto podía haber pasado cualquier día.
- ¿¡Y por que debía ser ese día ¡? ¡MI día!- yo me quedé sin palabras,  solo pude abrazarle más fuerte. Lloramos juntos en silencio y abrazados en su cama durante largo rato. Hasta que se quedo dormido. Lo mire lastimosa, me dolía tanto verle tan… roto. Aun tenía unos pocos arañazos en las mejillas, y el labio partido, estaba pálido, e incluso dormido, parecía sufrir, Después de observarle en silencio durante horas, me fui a mi cama. Y me relaje lo que pude,
















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