martes, 28 de junio de 2011

no me responzabiliso si mañana te secuestro.


Después de aquello comimos galletas y los padres de Hayley fueron a buscarla. La despedí en la puerta, y le agradecí a su madre que nos prestara a su hija en unas fechas tan señaladas. Además de eso, Jessie ya se había ganado a su ‘’suegra’’. Luego, Jessie se fue al piso de arriba,  aunque no a dormir. Así solo quedamos Jack y yo solos en el salón.
-¿te quedarás a dormir?- le pregunte mientras lo miraba desde el arco de la cocina. Él que es estaba en el suelo  se levanto y vino hasta mi, y apoyó el brazo colocándose para mirarme.
- no lo sé, la casa es tuya.- me miro cara de cachorrito mojado y yo le sonreí.
- ¿me estas incitando a invitarte?
- ¿quieres que lo haga?
- inténtalo.
- ¿me estas retando?
- ¿te estas picando?
- ¿quieres que lo haga?
- sorpréndeme- bromeé volteándome a la cocina, derrepente comenzó a correr hacia mí y me levanto en el aire sentándome en la encimera cogiéndome de la cintura.
-¿Qué haces tonto? ¡Asustaras a Jessie!-
- que se asuste- bromeó besándome. Pero sonó el teléfono al poco de hacerlo, me sentí algo molesta por esto. Yo puse los ojos en blanco mientras contestaba.
- ¿sí?- Jack comenzó a besarme la mejilla.
- ¡hola Kaeileh!, soy Hayley.
- ¡hola! ¿Pasa algo?-
- no es solo… ¿está Jessie por ahí?
- está arriba, ¿le digo que baje?
- no tranquila lo llamare al móvil.
- está bien.
- entonces, hasta luego.
- hasta…- Jack no me dejó acabar la frase, me quitó el teléfono de las manos y lo colocó en la basa.- ¿estás loco?
- por ti nena.
- que típico eres.-
-¿Qué quieres decir con eso?
- que deberías cambiar de repertorio.
-¿para qué? Si no vamos a hablar… -¿Cómo besaba tan dulcemente?
- ¿Por qué no practicas mientras me  ducho? ¿Eh?- me bajé de la encimera y subí las escaleras. Me metí bien en el baño y me duche al turbo, luego fui a mi cuarto y me cambie rápido, hacía muchísimo frio, pero era imposible sentirlo con Jack rodeándome. Me puse una bata de seda y los calcetines más gruesos que encontré. Y cuando bajé lo vi tirado con los ojos entrecerrados en el sillón apague la luz. Luego me acerque lentamente y me senté en una esquina del sillón junto a él mientras le desabrochaba la camisa.
-¿te quedas a dormir?- le susurré al oído. Medio asintió mientras se acomodaba. Acabe de quitarle la camisa y luego los zapatos, lo coloque todo sobre la mesa del comedor.- ¿quieres venirte a mi cama?- le tendí la mano.
- No me responsabilizo si mañana te secuestro.
- me arriesgare.- subimos a tientas, miré de refilón el cuarto de Jessie, se había quedado dormido baca abajo del revés en la cama. – Ve yendo tú-   Jack siguió caminando  y se metió en mi cuarto. Yo entré en el cuarto de Jesse, le quité los zapatos, la camisa, los pantalones y los cascos, lo metí en la cama hasta arriba de mantas y cerré la ventana.
-Gracias.- me giré y me arrodillé junto a el.
-¿Por qué?
- por todo.- volvió a dormirse, me sorprende esa habilidad suya. - de nada.- le besé la frente y salí.
  Fui a mi cuarto y me metí en la cama, me reconfortó que la mano de Jack rodeara mi cintura. Dormí demasiado bien, necesitaría fuerzas, y muchas, para el día siguiente…

Más gente

Alicia





Sofia Black D'elia


Law


Shane Harper

Hayley


Chloe Moretz.


Jack
Alex Pettyfer ·///·








porque... me morire


   Llevábamos una semana de clase, era divertido, Jessie, ya tenía algo así como una novia, se llamaba Hayley, de lo mas mona, y yo había encontrado una especie de compañera genial Llamada Alicia y por consecuente a un amigo suyo llamado Law (rence). Luego conoci a un chico de lo más simpático llamado Jack, compartíamos biología,  literatura y física. Ese fin de semana iba a ser realmente genial. Los padres de Hayley la habían dejado ir a cenar a mi casa el día 25 por la tarde, que ellos tenían cena de empresa. Y Jack se vino porque sus padres tenían que ir a recoger a unos familiares a nueva york y no volverían hasta el 26 por la noche, es decir el 27. Sería una semana navideña entretenidísima. Desde las tres, Jessie y yo estuvimos medio cocinando. Acabamos por desistir la misión, solo pudimos hacer galletas con chocolate y caritas felices con sombreros de navidad, estaban sobre la encimera humeantes, mientras nosotros jugábamos a sacarnos fotos yo con mi cámara y el con la suya. 

Repochados en el sillón. Con un gorro de navidad cada uno. O algo así..  El primero en llegar fue Jack, coloco su regalo bajo el árbol, habíamos quedado en que ese año abriríamos los regalos el 27. Coloco dos cajas, una un paquete fino y cuadrado, supongo que un disco, y el otro era una caja plana y rectangular. No sé que era cada uno pero yo tenía cuatro regalos. El de Jack era una camisa de cuadros que vimos un día mientras dábamos una vuelta por el centro comercial. A Hayley un cinturón mío que  le había gustado, y como yo no me lo ponía hace mucho y solo había de esos en Neilton, se lo metí en una cajita y lo deje bajo el árbol, a Jesse le deje dos regalos ese día, unas zapatillas que vio la primera vez que dimos una vuelta por el centro y les echó el ojo.  Y unos cascos nuevos, amarillos, ya que le gustaba todo lo que fuera, preferiblemente, fluorescente, Jessie dejó tres paquetes, uno cuadrado, otro rectangular, y el otro pequeño, que no podía considerarse ni siquiera una caja pequeña. Después de eso seguimos sacándonos fotos los tres juntos. Luego pusimos música y bailamos, si se le podía llamar así durante al menos media hora. Luego Alicia y Law llegaron de improvisto y aunque no bailaron bromearon sentados en el sillón, y un rato después de la incursión de Alicia y Law llegó Hayley y enseguida Jessie se aparto con ella. Después de beber algunas cervezas y un poco de refresco nos acordamos de que no había comida, pedimos comida china y dos pizzas, por si acaso. Cenamos a eso de las nueve. Y luego encendimos la tele, Alicia y Law se quedaron a ver una peli de estreno que había y Jack y yo decidimos salir al patio trasero, antes de llegar pude ver a Jessie besar a Hayley en la hamaca metálica  del porche. Lo primero  que se nos ocurrió hacer fue acostarnos, de espaldas a la piscina,  sobre el césped, eso era tan genial, me gustaba sentir la mirada de Jack sobre mí, Cerré los ojos y crucé las piernas, Jack se movió, pero estaba tan a gusto que no me apetecía abrir los ojos. Algo me hizo cosquillas en la mejilla. Era algo frio. Y suave.
- ¿Qué haces?- no puede evitar sonreír.
- compruebo la suavidad del césped, con algo tan suave como él.
- am… ¿gracias?- bromeé.
- Kaeileh.- ¿Por qué hablaba tan bajito? Me encantaba…
- si…
- me haces un favor.
- claro.
- no te muevas.
-¿Por qué?
- porque estas demasiado perfecta así.- no puede evitar sonreír.- retiro lo dicho.
- estás loco-dije buscando su mano.
- Kaeileh.
-que.
- me haces otro favor.
- que si…- ¿¡por que no podía evitar reírme!?
- no abras los ojos.
-¿Por qué?
-porque… me moriré.
-¿Por qué?-  creo que nunca en mi existencia me había sentido tan feliz de preguntar algo. Su respuesta fue su risa. Y luego se quedo quieto, lo siguiente que pude notar fueron sus labios  sobre los míos, respiraba tan despacio inclinado sobre mí… su mano estaba tan perfectamente colocada sobre mi cintura… sentí que había sido creada para que la colocaran allí. Yo puse mi mano en su cuello, y pude sentir la suavidad de su fino cabello rubio, lo gracioso es que el también acariciaba el mío .Con mi otra mano toque su costado, aquello era tan absolutamente perfecto, simplemente… perfecto… creo que nací para que me besara Jack. Y aunque hacía un frio terrible, aquel lugar seguía cálido, a nuestro alrededor, lo estaba. Me fui irguiendo poco a poco, hasta que fue Jack quien estaba en el suelo, Cogí su mano mientras el jugueteaba con mi pelo. Me costó mucho separar nuestros labios, tanto que cuando lo hice permanecí con los ojos cerrados, por si aquello no era real, supe que el también, supe que sentía lo mismo. Y por un impulso, quizá un acto reflejo, toque sus labios con el dedo. No pude evitar sonreír. Le bese brevemente de nuevo y recosté mi cabeza en su hombro, y rodeé su pecho con el brazo.
- Jack.- no sabía que mi voz pudiera sonar tan bajo.
- ¿sí?
- pídeme los favores que quieras- rió, y fue una risa preciosa.
- kaeileh.
- ¿sí?
- de ahora en adelante, ya no serán favores.
- ¿ha no?
- no.
-¿y eso porque…?
- porque ya no te pediré permiso- entonces me besó de nuevo, luego nos levantamos y volvimos a dentro, Alicia y Law tenían que irse se despidió a eso de las diez y media.  Asique aprovechamos para abrir los regalos. Yo me senté junto al árbol y fui entregando lo regalos, el primero que pillé fue el de Jessie, y era mío.
-para ti- le tendí la caja y la abrió despacito, le encantaron las zapatillas, tanto que se las colgó del cuello anudándose los cordones
- son… ¡son geniales!- me abrazo. Y volvió a su sitio junto a Hayley. El siguiente era de Jack.
- toma- lo cogió despacito, lo agitó junto a su oreja, y luego lo abrió. Era un disco de linking park, chocó nudillos con Jessie. El siguiente era de Hayley. Era el mío.
- se que te gusta mucho, más te vale darle uso.- bromeé. Ella lo acepto sonriente. Y al ver que era mi cinturón me abrazo. El siguiente también era suyo, era la cajita. La abrió despacito, era un colgante en forma de corazón  con una foto de los dos haciendo tonterías. El siguiente era para mí. ¡Por fin!, era de Jessie. Era el paquete cuadrado. Yo también lo meneé. Pero no daba pistas, lo abrí, eran unos zapatos de tacón bajo, rosa chicle que me encantaban.
- son ¡preciosos! Me los pondría, pero se me congelarían los pies.- El siguiente era de Jessie, de Jack. Era un disco de nirvana. Lo puso nada más abrir el papel de envoltorio. El siguiente era para Jack, era el mío. Le encanto la camisa, además le quedaba de muerte el azul. Se quito el suéter y se la puso allí mismo. El siguiente era para mí, de Hayley, era un bolsito negro con lentejuelas, de fiesta, me encanto, lo usaría mucho de ahora en adelante. El siguiente para Jessie, de Hayley, Era una camisa genial, que le hacía juego con las zapatillas.
Nos habíamos puesto de acuerdo para comprarlo. El siguiente era el último. Y mío. Era de Jack. Lo abrí, y me dio hasta pena, era una caja tan bonita… dentro había una camisa, simplemente, preciosa, de un color similar al de los zapatos. La miré un rato, y luego miré los demás regalos. Y todos conjuntaban misteriosamente.
-La eligió Hayley- dijo Jack.
-Pues es perfecta. Gracias a todos.
Después de aquello comimos galletas y los padres de Hayley fueron a buscarla. La despedí en la puerta, y le agradecí a su madre que nos prestara a su hija en unas fechas tan señaladas. Además de eso, Jessie ya se había ganado a su ‘’suegra’’. Luego, Jessie se fue al piso de arriba,  aunque no a dormir.

lunes, 27 de junio de 2011

Los Cullen,(que conozco)

Carlisle Cullen






Emmett Cullen



Rosalie Cullen






Esme Cullen






es que es medio oso, tambien iverna


Tardé un par de días en conocer bien todos los puntos más importantes de Forks, estaban todos separados unos de otros. Pero la peor sorpresa para mí, fue la central de policía, Donde estaba Charlie, Charlie Swann  solo lo salude con la mano desde fuera, y el  también a mí. Luego fui a matricularme a mí y a Jessie al instituto, era un instituto agradable y tranquilo, y parecía que cada uno iba a su tema, mejor, así no tendría que narrar mi terrorífico drama familiar. De vuelta compré algo en el súper, lo necesario, agua, comida, algunas pilas pero sobre todo y lo más indispensable que nunca podía faltar en mi carrito de la compra eran las uvas, Jessie se alimentaba básicamente de uvas, todo lo arreglaba con uvas, y como las verdes eran sus favoritas y estaban de oferta cogí un gran racimo , intente volver a casa antes de que Jessie se levantara, había salido temprano a eso de las siete y Jesse es de los  que optan por calentar la cama lo máximo posible. Pero el coche se me quedo parado en la curva anterior a la carretera que llegaba a casa, casi enfrente de la casa misteriosa, tuve que bajarme y abrir el capó, no es que fuera una lerda, pero no tenía demasiada practica en motores de deportivos, menos aun si el deportivo era el más adorado por tu padre. El jaguar plateado de papá era para mí, y como el porsche de mamá había quedado simplemente siniestro el  que Jesse conduciría a los dieciséis seria un  fantástico Volkswagen eos en blanco, pero no era el momento de repasar el inventario automovilístico. Me estresó ver aquello todo lleno de humo y vapor. ¡Qué iba  a hacer ahora! Saque el móvil, intenté llamar a Jesse, pero no había cobertura, malditas blackberrys, Miré a mi alrededor, no había nada. Después de un buen rato esperando  a ver si algún coche aparecía, que no apareció ninguno por cierto, salió de la casa un hombre, era un hombre extraño, pero interesante con el pelo muy rubio, que le daba un toque serio y los ojos color ámbar, nunca había visto ojos de ese color, gracias a dios se acerco a mí. Contuvo una risa al verme tan estresada.
-Buenos días.- me tendió la mano- Carlisle Cullen.
- Hola, Kaeileh, Kaeileh Wild.- se sorprendió al oír mi nombre, aunque supo disimular bien.
- veo que tienes problemas, ¿necesitas ayuda?- chequeó el coche con la vista.
- si pudiera dejarme su móvil para llamar a la grúa…- intente sonar convincente.
- no creo que eso haga falta.- un chico joven, y alto, y muy blanco, y muy fuerte y… muy de todo, ¿sería su…¿hijo? Se coloco tras el con las manos en los bolsillos
-Oh, Kaeileh, este es Emmett, mi hijo.- el sonrió tendiéndome la mano. Que estaba fría por cierto, aunque eso no fuera un problema para mí. Pero tanto la del padre como la del hijo, lo estaban realmente mucho.

-¿puedo echar un vistazo?- pregunto Emmett remangándose la camisa.
- por favor- dije dando un paso atrás. Me sorprendió notar otro coche a l lado del mío solo que en dirección contraria.
- siento estas malas presentaciones, pero llego tarde, encantado de conocerte- Carlisle se alejo demasiado rápido como para que pudiera ver en coche lo hacía.
Me agradó mucho la cara de concentración de Emmett mientras lo toqueteaba todo.
-Es un coche fantástico, debió de costarte una fortuna.
- En realidad era de mi… fue un regalo de despedida.- no me hubiera gustado que él me viera llorar.
- Solo le falta algo de aceite, y un poco de líquido refrigerante.- dejo de mirarme para mirar la carretera como atontado. Yo me volví  y vi a Jessie correr hasta nosotros. Estaba tan gracioso con su suéter verde y el cuello de la camisa mal colocado.
-¿Qué haces aquí?- me sorprendió bastante verle despierto tan temprano.
-¿Qué pasa, no te alegras de verme?- se acerco poniéndose a mi lado.
-es que me sorprende verte madrugar tanto- bromeé-
-¿madrugar?- Emmett estaba bastante asombrado, la verdad, es que visto de fuera sí que era raro, para Jessie madrugar era levantarse a las once de la mañana como pronto y eran las diez y media
-Es que es medio oso, también iverna. – bromeé revolviéndole el pelo.
-¿Qué le has hecho?- preguntó, agachándose para mirar junto a Emmett, en ese momento lo perdí, a él y a Emmett, enseguida comenzaron a hablar sobre coches, motores, pistones… Luego se pusieron de acuerdo y empujaron el coche hasta el garaje de los Cullen, sin decirme nada, Estábamos en el porche justo delante de la puerta  cuando la abrieron derrepente. Incluso antes de que nadie tocara el timbre. Era una chica realmente escultural, con un pelo rubio precioso que resaltaba su palidez, me sentía como en casa entonces, por fin alguien que estaba a mi altura, aun que sería irónico decir eso con esa diosa frente a mí. Con el mismo ámbar en los ojos de Carlisle y Emmett, ¿a qué venía eso? Quizá también fueran hermanos, lo que me sacó de dudas fue lo que pasó a continuación. Se besaron, se besaron mucho y muy apasionadamente, hacían un pareja tan realmente perfecta y contradictoria, Ella tan fina y Translucida, y el tan fuerte e… impenetrable. Cuando hubieron acabado me miro con los ojos escrutándome.
-Esta es Kaeileh, La vecina- se miraron un segundo, tan corto, pero con tanto significado… como si se leyeran la mente. Luego ella me miró y sonrió, algo falsa, a quien le sonrió de verdad fue a Jessie.
- oh, este es…
- Jesse, Encantado- le sonrió pícaro. ella lo miraba como si fuera un peluche que tuviera que abrazar.
-Pasad.- hasta su voz era bonita. Maldita envidia sana… Nos sentamos en un enorme salón de madera y muebles blancos, me sentía como una tienda de muebles, todo tan bien decorado… Ahora que lo miraba más detalladamente, si que parecía un peluche que una debía abrazar, aunque fuera un adolescente parecía un niño, además de comportarse como uno. Por un Arco enorme que llevaría a lo que yo creo que sería la cocina, Entró una mujer realmente despampanante, Con el pelo color caramelo y los ojos, también, color ámbar, con una sonrisa muy dulce y agradable.
-Encantada.- beso la mejilla de Jessie, y sé que suena raro pero fue algo con un aire tan maternal…, Luego me tendió la mano a mí,
- Yo soy Esme, la esposa de Carlisle, encantada. Tú debes de ser Kaeileh, Bella nos ha hablado mucho de ti. No pude evitar que mi sonrisa se borrara.
-¿qu... quien?- ¿Qué sabía ella de mi.
-oh, Jacob le conto a Bella que  todo no iba bien por tu casa.
-pero… el me dijo… que estaba muerta.- ella se sorprendió al principio.
- el se lo dijo, mucho antes de eso…
- oh, lo siento tanto…
- tranquila. – Emmett entro junto a la chica Rubia.
- Esto está listo.- me puso las llaves en las manos.
- Siento no haberme presentado antes.- La rubia me tendió la mano- soy Rosalie.
- Encantada, siento que hayamos tenido que conocernos así.¡dios mio! Tengo que irme, hay muchos congelados en el maletero.- Esme nos acompañó a la puerta y nos despidió con la mano.
- ¿volverás?- bromeó.
- Téngalo seguro,- Jessie rió- ¡Gracias señora Cullen!- nos despedidos con la mano y nos fuimos a casa, gracias a dios teníamos unos vecinos encantadores

sábado, 25 de junio de 2011

Me pido el cuarto de la ventana :)


Miré a Jessie, que en ese momento no parecía demasiado contento y acaricié su pelo.
-toma- me enseñó la palma de su mano – es tuyo- tomé el pequeño anillo de oro blanco, que tenía un pequeño brillante en el centro.- sabia que nos íbamos…
-¿qué?
-sabía que no queríamos seguir aquí, y estaba claro que ella tampoco.
-entonces… ¿estás de acuerdo? ¿En vender la casa, coger lo más importante e irnos a un Rancho perdido en pueblecito remoto de Washington?
-yo, ahora mismo, voy a donde sea.-parecía un zombi, tan desganado y triste.
- vámonos entonces a Rainy Ranch.


Empezamos a empaquetar ropa al día siguiente, a primera hora de la mañana llamé para confirmar la venta del terreno, y Lo enviamos todo a la casa por correo el día anterior al traslado definitivo, Dormimos juntos en mi cuarto y nos levantamos temprano para poder llegar a tiempo de dormir en la nueva casa. A las cinco ya estábamos en pie, vestidos, con el estomago lleno, de pie en el porche para poder decir adiós a la casa, de nuestros padres, en la que habíamos nacido los dos y nos habíamos criado hasta ese momento. Jessie toco los números una última vez, y luego se subió al coche, yo eché un último vistazo y me subí al coche.
 
Ahora vivíamos definitivamente en Rainy ranch, y me aterrorizo pensar que la única conexión que tenia con ese sitio, era Jacob, no quiera verlo ni en foto, y recé mucho para no cruzármelo nunca. Entre Jessie y yo había silencio, aunque no uno incomodo, sino uno de los que se producen y punto, no había más que decir. Pero pasaron los minutos y tuvimos que hablar si queríamos mantener la cordura.
-¿puedo poner música?-  me pregunto mientras buscaba una canción en su ipod, que está conectado al reproductor del coche, no me preguntéis cómo, no tengo ni idea.
-Claro.- después de eso cantamos juntos durante horas, cuatro horas, paramos un rato para estirar las piernas, y comprar algo de bebida, estábamos a algo menos de medio camino, Llevábamos buen ritmo, quizá estuviéramos allí a eso de las seis. Luego avanzamos  dos horas y media más y tomamos una comida fuerte de media mañana. Jessie, rompió un poco la dieta que llevaba siguiendo dos meses y desayuno huevos con bacón, lo que lo hizo feliz el resto del camino, yo tome tortitas de manzana, y nos llevamos unos batidos para el camino. Yo tomé bien el mío. Jessie lo dejó a la mitad por que se quedo dormido, se levanto una media hora antes de llegar, había tardado una hora más de lo previsto, pero el paisaje y la carretera que cruzaba el bosque y que debía atravesar eran preciosos y fui despacito para verlo todo bien, además antes ponerme de camino di una vuelta por el pueblo y vi el departamento de policía, el instituto, y el supermercado más cercano a casa. Pero lo que más me sorprendió fue una casa que  pude ver fugazmente, una casa simplemente preciosa, pero como ya dije fue fugaz , porque esta oculta entre casi un pared setos.
Unos diez minutos a paso de tortuga en coche llegamos a Rainy Ranch, era simpl
emente precioso, y aunque no le diera mucho el sol era muy luminoso.

 -Me pido el cuarto de la venta- dijo Jessie señalando la parte derecha del segundo piso.

-uh, no sabía que estabas despierto.

- es que no lo estaba- bromeó. Aparque en el encerado que había junto a la parte derecha de la fachada. 


Coleccionistas de sonrisas,


Cuando me desperté estaba sola. Jesse ya no estaba, aunque la puerta estaba abierta. Me levanté y bajé. No estaba en el salón, ni en la biblioteca, ni en el baño, ni en mi cuarto, ni en el de nuestros padres, solo me quedaba la cocina. Cuando le entre lo vi sentado en el taburete de la barra americana con la barbilla apoyada en los brazos mientras miraba un papel con los ojos inundados en lagrimas y rabia.

-¡he!, ¡he! ¡He!, ¿Qué pasa?- Corrí hasta él le quité el papel de las manos y lo abracé mientras lo leía. Era nada menos que una nota de despedida de la abuela:

Lo siento tanto niños,Lo siento tanto... pero no puedo permitirme ser fuerte, ya no puedo. Nunca me imaginé que fuera a dejaros así, siento ser una cobarde, pero tampoco puerdo permitirme ser valiente, Tranquilos, está claro que no me voy a ir sin dejar un plan para vosotros que aun podeis escapar, La herencia de La familia esta repartida en partes iguales, La parte de tu madre y tu abuelo, para ti, Jessie,sabia que serias el primero en despertar, A diferencia de ti Kae, para ti, la de tu padre y la mia. Todo está en una Cuenta a Nombre Kaeileh, que esta auntorizada a hacer uso de lo que necesite o quiera sin autorizacion ,por que es la mia. He reservado dos billetes son para dentro de una semana,La casa ya esta vendida,aunque si no quereis dejar esto podeis cancelarlo, pero debeis tomar un decision rapida, el plazo de fianza es valido hasta mañana las siete. Todas las cosas de vuestra madre estan a buen recaudo, una buena amiga se encargara de todas sus cosas, las más importantes me las enviará para guardarlas en la caja fuerte del banco. Los muebles los enviaran a mi antigua casa de Aberdeem. incluso el piano.Creo que eso es todo lo que tengo que decir por ahora, aunque seguro que volvereis a tener noticias de mi.


 PD:Se que tu cumpleaños será pronto Cielo, y siento dejarte así, pero tambien te dejo algo que seguramente necesitaras alguna vez en tu vida. Jessie: Apartó la casa de Rainy ranch ,a las afueras de Forks, de la herencia de Kaeileh, Sé que te gustaba ese lugar, siento si esto te parece injusto cielo,Una cosa más, intentad coleccionar sonrisas, basta con una bien grande al día. Os quiero.

                                                                                                                  
                                                                                                            Fdo. Rose Mary Wheintchestter W.



Miré a Jessie, que en ese momento no parecía demasiado contento y acaricié su pelo.
-toma- me enseñó la palma de su mano – es tuyo- tomé el pequeño anillo de oro blanco, que tenía un pequeño brillante en el centro.- sabia que nos íbamos…
-¿qué?
-sabía que no queríamos seguir aquí, y estaba claro que ella tampoco.
-entonces… ¿estás de acuerdo? ¿En vender la casa, coger lo más importante e irnos a un Rancho perdido en pueblecito remoto de Washington?
-yo, ahora mismo, voy a donde sea.-parecía un zombi, tan desganado y triste.
- vámonos entonces a Rainy Ranch.


Segunda parte de el Elenco ^^

Alison
Stefanie Scott



Zach
Dylan Patton





Bonnie

Zoe Kimball



Abuela(mary)






Candice Bergen




Toreih(madre de Alison)



Felicity Huffman




quiero empezar de nuevo...


Nos sorprendieron los brazos otras tres personas, Mis tres mejores y casi únicos amigos. Alison, una jovencita guapa y feliz, Bonnie, mi amiga del alma… desde el embarazo, su madre y la mía habían sido amigas de la infancia. Y Zach, siempre había sido bueno conmigo, desde que nos conocimos en primero, uno de mis mejores confidentes. Pero odiaba que me compadecieran con sus miradas.
-Lo sentimos tanto…- Ali  se emociono, Bonnie esta simplemente cabizbaja y se mantenía a cierta distancia poniendo como conexión entre nosotras nuestras manos entrelazadas. Y  Zach rodeaba los hombros de Jessie mientras cuchicheaba algo, y aunque parezca mentira consiguió arrancarle una sonrisa. Pero duró poco, un coche negro se paró frente a nosotros y vi a la madre de Alison a través de la ventana de su Volkswagen  passat cc  gris. Las chicas entraron  Zach espero a que  acabaran de entrar. Y me abrazó.
- Llámame. Llámame  por cualquier cosa ¿de acuerdo?
- Gracias- volví a abrazarle antes de que se metiera en el coche y me sorprendió la madre de Alison abrazando a Jessie. Luego se despidió de mí con la mano y se fue con los tres dentro del coche. Después de eso había un Catering organizado en mi casa, yo no lo sabía, ya que había estado en casa de la abuela desde que me habían dado el alta. Y la primera vez que entraría después de casi dos meses, seria para celebrar una ‘’ fiesta’’.  Yo fui a cambiarme mientras la abuela recibía a los invitados junto a Jessie. Escogí el vestido que mamá me había comprado para la fiesta de Jessie, la fiesta sorpresa que iba a haber al día siguiente de volver de casa de la abuela…
- ¿se puede?- Jessie pregunto desde fuera, parecía algo impaciente.
-claro- me subí la cremallera de un costado del vestido.
- te…- se me quedó mirando algo ¿apenado?- te llaman, me tendió el teléfono.
- ¿pasa algo?-
- es solo… estas muy guapa- me sonrió volviendo a salir. Me puse el aparato al oído.
-¿sí?-
-¿kae?- no era cierto, no era posible,  no podía ser tan malo.
-¿Jake?- estaba a puntiiito de llorar.
-si…- noté cierta vergüenza en su voz.
-¿Qué quieres?- se que soné cortante. Pero no podía hacerlo de otra forma.
-Yo... Solo, quería darte mi pésame.
- no me vale de nada que lo hagas… si vas a desaparecer hasta dentro de tres años. De todas formas gracias por tu comprensión ¿algo más?
- creo que…
-  bueno, venga ¡hasta luego!- cerré el teléfono, y lo tiré al suelo, y salte sobre él y lo tiré contra la pared. Pobre teléfono, el no tenía la culpa. Me tiré al suelo y lo recogí, no me podía creer que tuvieran que morirse mis padres para que se dignara a llamar por teléfono. No iba a deprimirme por ese imbécil, pero si a llorar un poquito… después de desahogarme me puse los zapatos y bajé. Fue una fiesta tediosa, todo el mundo fingía más de lo que realmente sentía, y tuve que aguantarlo durante tres horas, la gente vino, comió, y con la misma se fue, exceptuando a dos o quizá tres personas que se quedaron consolando a la abuela. Después de llorar mientras me duchaba. Luego me puse el pijama, pero no tenia sueño y pensé en que Jessie tampoco, al entrar en su cuarto, pensé en que quizá nunca nadie me diera un susto tan grande como Jesse estaba a punto hacerlo. Abrí la puerta lentamente por si estuviera dormido, pero no lo estaba, sollozaba silencioso tirado en el suelo mientras se retorcía.
-¡Jesse!- susurré lo más bajo que me permito la circunstancia y corrí a su lado en el suelo.- ¿Qué te pasa? ¿¡Jesse!?¡Dime algo! – miré a mi alrededor y encontré una montaña de botes de analgésicos casi todos vacíos. -¡Dios Jessie! ¿¡Qué has hecho!?
-¿pasa algo cielo?- la abuela preguntó desde abajo.
- nada, nada, no te preocupes.- si no quería que a ella también le diera un infarto, mejor que no se enterara de esto. Levanté a Jessie por la cintura y me lo colgué de un hombro, como si llevara un saco, y lo metí en el cuarto de baño. Nada más rozar el suelo metió la cabeza en la taza y vomitó, varías veces seguidas. Hasta que se cansó, y se apoyó mientras respiraba con dificultad contra la pared. Yo tiré de la cadena, y me senté juntó a él para abrazar mis rodillas. Apoyé mi cabeza en su hombro y él me estrecho.
- de verdad… ¿Qué no encontrabas otra forma?
- lo siento, pero de verdad… que no. No te sientas culpable.
- lo intentaré, pero ahora dime como saber si no volverás a intentarlo.
- lo sabes porque con lo cabezona que eres, no voy a poder intentarlo- sonrió.                                                           
- anda… vamos- me tendió la mano. Yo iba a entrar en mi cuarto pero lo vi a el tan asustado frente a la puerta del suyo… fui hasta allí y le di un empujoncito.
- ve a lavarte los dientes, yo recojo esto- el asistió y volvió al baño y yo entre y metí todos los botes a la papelera y luego cerré la bolsa anudándola bien. El entro y colocó bien la cama, se sentó en el suelo de espaldas a mí. Yo me senté cruzando las piernas en la cama, sobre él, y le acaricié el pelo.
-quiero empezar de nuevo… quiero olvidarlo todo y a todos, quiero irme de aquí…
-¿quieres que nos vallamos con la abuela?-
- no, quiero que nos vallamos de  Old Mill lane, quiero que nos vallamos de Neilton, quiero… que nos vallamos de Washington.
-a donde quieres huir.
-¿Por qué lo dices?
-porque podemos huir juntos.- bromeé. Después de eso a Jesse le entró el sueño y los dos nos quedamos dormidos en su cama. Por primera vez en dos meses, pude dormir segura, tranquila, a gusto…

martes, 21 de junio de 2011

¿que era eso? ah, un papel...

Los días transcurrieron iguales, de lentos, de aburridos, de monótonos… hasta completar una semana. Cuando me dieron el alta. Luego transcurrió otro mes y medio hasta que se la dieron a Jesse. Una semana después de que su pequeño corazoncito estuviera fuera de peligro, la poca familia que nos quedaba, La abuela, Organizó un funeral en honor a mamá y papá, el había muerto un día después de ingresar en la UCI, pero, no nos contaron nada, porque no había esperanzas para él, Mamá había muerto en el acto. ¿Y ahora?, ahora, yo estaba sola, Con un Adolescente huérfano de catorce años a mi cargo, me niego a dejarlo a cargo de la abuela, suficiente tenia con perder a un marido y a un hijo en el mismo año.  Intente dejar a un lado mis pensamientos mientras duraba la misa. Cuando el cura acabo su sermón todos guardaron un minuto de silencio por mis padres. Luego, después de que La abuela rompiera el silencio poniéndose en pie se acerco a mí. Y me susurro muy bajito mientras me acariciaba la mejilla.
-muy bien cielo, lo has hecho muy bien...
- gracias abuela.- saco algo de su bolso, ¿Qué era eso?, un papel, ¿un partitura?, mi partitura, la que papá y yo habíamos compuesto juntos,
-¿podrás?- me acaricio el pelo. Yo asentí dirigiéndome al enorme piano negro de Cola que había en el lado derecho de la capilla, y abrí la tapa. Me temblaban tanto las manos. Antes de empezar a tocar me volví, y vi a Jesse, sollozar en los brazos de la abuela, Empecé a tocar despacio, parecía que tocaba notas totalmente  distantes. Hasta que tomé el ritmo.  Y me enrabieté al notar las lagrimas en mi cara, mientras recordaba todas las tardes en las que papá y yo nos habíamos pasado junto al piano, como si  no hubiera nada mejor que hacer, en ese momento, así lo sentía, ya no podía más, me sentía tan sola, frágil, desprotegida...  Me levante y salí corriendo, dejando las puertas abiertas tras de mí. Levante la cabeza al cielo y cerré los ojos y deje que los primeros copos de nieve del invierno caer sobre mí, sobre mi cara y mis manos. Hacía frío, pero no era un frio incomodo, no para mí. Me sorprendieron los brazos de Jesse alrededor de mi cintura.
- Lo siento- lo estreche fuerte.
-¿Por qué?
- por esto.
-¿sabes?, alguien me dijo, esto podría haber pasado cualquier otro día…- noté como sonreía. Me gustaba saber que siempre tendría mi escondite cálido entre  los brazos del mejor hermano del mundo.





(que conste que ODIO a miley cirus y todas sus peliculas, pero respeto mucho a sus fans, y tiene algunas buenas canciones :)

¡Pero está bien!¿no?







Llevaba al menos dos días inconsciente. En Shock, ver a tus padres en medio de una explosión no es una cosa agradable. Os lo aseguro, Tocaron la puerta, estaba demasiado sensible para decir nada.  El médico entro y acercó un taburete sentándose junto a mí.
-¿estás mejor?- aunque no dije nada, mi cara debió de responder por mí.- Ya veo… teníamos previsto darte el alta pasado mañana, pero creo que vamos a dejarlo para la semana que viene… Así os tendremos a los dos controlados.
-¿dos?- mi voz sonó frágil y llena de pánico.
- Siento… que te hayas enterado así… - noté que las lagrimas mojaban mi cara. El pobre hombre intento consolarme algo cogiéndome la mano.
- y… y Jess.- intente incorporarme. Quizá demasiado rápido.
- no, no no no, no te levantes, te puedes marear.- volvió a intentar recostarme cogiéndome por los hombros, pero no lo consiguió, y yo ni siquiera intente oponerme. Por lo que se quedo un poco sorprendido, igual que yo. Aunque le hice caso y me recosté.
- donde está- soné bastante amenazante.
- Estos días… ha estado estable, pero para él fue algo muy fuerte, más incluso que para ti.
- ¿También está en Shock?- Estaba claro que no.
Negó lentamente.
-ha… sufrido un infarto.
- Pero está bien ¿no?, ha dicho que estaba estable.
- Sí, está bien, está muy bien, lleva despierto desde ayer, pero tuvimos que sedarlo bien entrada la noche, por dos razones, la primera, quería verte y creemos que aun no está capacitado para realizar ejercicio físico y la segunda, aun le duelen las manos.
- ¿las manos?
- Intento separar los metales ardiendo con sus propias manos…
- y se ha quemado…- complete yo. Típico en Jessie. Él asintió.
- ¿y tú? ¿Cómo estás tú?- preguntó mientras examinaba el monitor  y comprobaba las vías que llevaba en el antebrazo y la muñeca.
- bien, muy bien a decir verdad.
- ¿podrás levantarte?- yo asentí y me incorporé  Luego me puse en pie.
- genial- apuntó algo en mi historia médica, que estaba en la mesilla al lado  de mi  cama.
- ¿puedo verle ya?-
- No sé si estará despierto.
- No pasa nada, lo esperaré.
- Vamos entonces- me tendió la mano, y me guió hasta el pasillo, luego fui yo sola hasta el cuarto. Cambiaba los canales de la televisión desganado. Dejó caer el mando al suelo al verme. Yo corrí hasta él y le abracé.
- Lo siento- sollozaba en mis brazos sintiéndose culpable. Me preguntaba…
-¿por qué? – yo le acaricie el pelo mientras le estrechaba entre mis brazos.
- si  yo… si no…Si no hubiera insistido en ir a casa de la abuela… no, mamá no hubiera cogido el coche, ¡No se hubiera muerto!
- Jesse… aquello no estuvo ni cerca de ser culpa tuya. Esto podía haber pasado cualquier día.
- ¿¡Y por que debía ser ese día ¡? ¡MI día!- yo me quedé sin palabras,  solo pude abrazarle más fuerte. Lloramos juntos en silencio y abrazados en su cama durante largo rato. Hasta que se quedo dormido. Lo mire lastimosa, me dolía tanto verle tan… roto. Aun tenía unos pocos arañazos en las mejillas, y el labio partido, estaba pálido, e incluso dormido, parecía sufrir, Después de observarle en silencio durante horas, me fui a mi cama. Y me relaje lo que pude,